Pese a los rumores y a las publicaciones en algunos medios de comunicación, las llamadas Golden Visas, programas en los que un país autoriza la residencia de una persona a partir de inversiones en el mismo país, gozan de vigencia y buena salud en todo el mundo, particularmente en Portugal, que es uno de los más atractivos en Europa.
El programa portugués se inició a raíz de la crisis financiera de 2008, y desde entonces ha inyectado grandes recursos en la economía local. Según publica Foreign Policy, hasta ahora las Golden Visas han atraído cerca de US$ 7.3 billones, rescatando al país de una recesión y permitiendo, por segunda vez en 50 años, que el país tuviera un superávit presupuestario durante 2023, de acuerdo a cifras del gobierno.
Durante la década pasada, Portugal se transformó en un “imán” para los individuos de alto patrimonio. La tendencia se mantiene: en lo que va del 2023, el país podría romper un récord de aprobación de visas de este tipo, con unas 1650 postulaciones aprobadas, señala al respecto el medio especializado IMI Daily.
Y aunque hace algunos meses el gobierno del ex primer ministro António Costa anunciara restricciones al programa, como el fin de la llamada “Residencia No Habitual”, lo cierto es que tras la renuncia de este, tal cambio legal se ve dificultado por la situación política que se vive en Portugal.
“A todos aquellos que han depositado su confianza en Portugal, quiero decirles que hoy y siempre la inversión empresarial es deseada, bienvenida y será bien recibida”, dijo el mismo ex primer ministro hace algunas semanas, cuando anunció la disolución de su gobierno.
El programa de Golden Visa de Portugal se destaca por su flexibilidad, ya que no obliga a los inversionistas a mudarse a Portugal. Solo necesitan pasar 7 días al año en Portugal durante 5 años. Además, el inversor y su familia adquieren el derecho de residir, trabajar y estudiar en Portugal.
También pueden viajar libremente por los 27 países del Espacio Schengen durante 5 años. Al final de este período, tienen la opción de obtener la ciudadanía o el pasaporte portugués, y una vez obtenido, no es necesario que mantengan el mismo nivel de inversión.
Con la Golden Visa no solamente se atraen capitales extranjeros: también se crean puestos de trabajo. Como señala la revista Forbes, según la densidad de población del lugar donde se invierta, un proyecto que considere la creación de 8 a 10 puestos de trabajo (como mínimo) puede ser elegible para una visa por inversión.
Por supuesto que estos trabajos deben cumplir con las leyes portuguesas, tanto en lo que se refiere a los salarios como al tipo de actividad a realizar, normas de seguridad, etc. Lo cual, por cierto, subraya un aspecto importante de lo que es la residencia por inversión: contar con una buena asesoría jurídica durante el proceso.
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