Como se ha venido recordando desde hace algunos meses, este 31 de diciembre de 2023 llega a su fin la vigencia de la ley 30-A/2015 de Portugal, también conocida como la “Ley Sefardí”, al estar relacionada con la concesión de la nacionalidad portuguesa para los descendientes de judíos sefardíes.
En 1492, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, dictaron el Edicto de la Alhambra, el cual estableció que los judíos que no se hubieran convertido al catolicismo debían ser expulsados de los territorios que actualmente componen la Península Ibérica (Sefarad, en hebreo).
Aunque en un momento los judíos sefardíes encontraron refugio en Portugal, finalmente el rey Don Manuel I ordenó su expulsión en 1496, generando con ello una deuda histórica que la ley 30-A/2015 pretendía reparar, permitiendo que descendientes de judíos sefardíes con ascendencia portuguesa pudieran obtener dicha nacionalidad.
La medida tuvo éxito: en 2021, las solicitudes por Ley Sefardí constituyeron el 72% del total de solicitudes de nacionalidad portuguesa. Teniendo en cuenta este incremento, y que en 2019 una ley similar en España fue derogada, el Gobierno portugués consideró en abril de este año que el objetivo de reparación histórica estaba cumplido, reafirmando con esto que la vigencia de la norma llegaría solo hasta finales de este año.
De todas formas, las peticiones ya iniciadas al 31 de diciembre serán respetadas y seguirán adelante en su tramitación.
¿Quiénes pueden postular a través de esta ley?
Cualquier persona mayor de edad que pueda demostrar descendencia de una persona de origen sefardí que haya sido expulsada de la península Ibérica. Además, la persona debe probar que posee un vínculo con Portugal, y que carece de antecedentes penales.
Para verificar la descendencia sefardí es necesario realizar “una investigación rigurosa con documentos que respalden la pertenencia a un linaje de judeoconversos o cristianos nuevos”, señala al respecto el profesor Francisco de Segovia, experto y genealogista jefe de AIM Global.
En tal sentido, el profesional explica que apellidos como Irarrázabal, Puga, Echeñique, Bascuñán, Larraín, Zañartu, Vicuña, si bien son de claro origen vasco o gallego, “se formaron sobre la base familiar de antiguos conquistadores españoles, entre los cuales hubo judeoconversos o “cristianos nuevos”.
Otro tanto puede decirse de apellidos como Bravo, Silva, Guarda, Errázuriz, Mackenna, Domínguez, Edwards, si bien De Segovia aclara que “ello no hace a estas familias chilenas necesariamente judías (muchas tienen un vínculo directo con pueblos vasco-navarros, por ejemplo, o la religión misma, que ya es otro asunto) pero sí demuestra que la descendencia sefardita se extendió bastante”.
¿Podría extenderse el plazo de vigencia de la Ley Sefardí?
El pasado 7 de noviembre se dio a conocer la dimisión del primer ministro de Portugal, António Costa, en el marco de una investigación por corrupción. A raíz de este suceso, el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, disolvió la Asamblea (poder legislativo portugués) y llamó a elecciones, las que se realizarán en marzo de 2024.
Todo esto tiene en una relativa incertidumbre al ambiente político de Portugal, lo que ha llevado a que la “Ley de origen Sefardí”, entre otras propuestas de ley, podría verse prorrogada y su vigencia podría alargarse a más allá del 31 de diciembre de 2023. Sin embargo, hasta la fecha no hay indicaciones certeras aún.
Por todo esto, si tú o tu familia están interesados en descubrir si tienen algún antepasado judío-sefardí, optando así a la ciudadanía portuguesa, te reiteramos en que no lo dejes para después, coordina ya una reunión con nuestro equipo. En AIM Global nos comprometemos a llevar a cabo una investigación exhaustiva y a brindarte apoyo en cada etapa de este nuevo camino que deseas emprender. ¡Ponte en contacto con nosotros!