En los últimos años, se ha registrado un aumento notable en el número de norteamericanos que buscan un nuevo hogar fuera de los Estados Unidos, explorando opciones de residencia o ciudadanía, por ejemplo, en Europa.

Este fenómeno, que responde a factores como la inestabilidad política, las restricciones de movilidad vividas durante la pandemia y el interés por una mayor diversificación patrimonial y geográfica, ha generado un cambio en el perfil del inversor internacional.

Según los datos de Henley & Partners, los ciudadanos de Estados Unidos representaron el 23 % de todas las solicitudes a programas de residencia y ciudadanía por inversión en el último año.

Esta cifra representa un crecimiento del 70 % en comparación con el año anterior y un incremento superior al 1.000 % en los últimos cinco años. 

En este contexto, Grecia ha emergido como una de las opciones más destacadas entre los destinos europeos preferidos por los norteamericanos.

Grecia: una opción práctica y accesible para residir en Europa

El atractivo de Grecia va más allá de su valor cultural y paisajístico. El país ofrece un programa de residencia por inversión (Golden Visa) que se mantiene como una de las vías más accesibles para establecerse en Europa.

Hasta agosto de 2024, era posible obtener la residencia invirtiendo un mínimo de 250.000 euros en bienes raíces. Actualmente, ese monto solo aplica si la inversión es en propiedades de interés histórico que requieren restauración, o bien en proyectos de reconversión habitacional. 

Para otro tipo de proyectos, las cifras varían entre 400.000 y 800.000 euros según la ubicación y el tipo de inmueble. Esta residencia se otorga por cinco años y puede renovarse, ofreciendo una vía de estabilidad migratoria sin requerir residencia física permanente.

Este tipo de programas ha convertido a Grecia en un destino relevante para quienes buscan establecer un punto de apoyo en Europa sin desvincularse completamente de su país de origen.

Ciudadanía griega a largo plazo, sin renunciar a la nacionalidad

Una ventaja adicional para los norteamericanos es que Grecia permite la doble ciudadanía. Después de siete años de residencia legal, es posible iniciar el proceso de naturalización sin necesidad de renunciar a la ciudadanía estadounidense.

Durante ese período, los solicitantes deben mantener su estatus de residencia, conservar su inversión y cumplir con los requisitos legales. 

Aunque existen costes adicionales relacionados con mantenimiento de propiedades, impuestos y trámites, el proceso resulta competitivo frente a otros países europeos que ofrecen programas similares.

Grecia en el radar de los programas más solicitados

La evolución del número de visados dorados emitidos por Grecia confirma su creciente popularidad. En 2023, el país otorgó 5.444 permisos de residencia por inversión, superando ampliamente las cifras de años anteriores. 

Junto con España, Malta, Portugal y Antigua y Barbuda, Grecia se posiciona entre los cinco destinos preferidos por los solicitantes norteamericanos.

La elección de Grecia por parte de este segmento responde a una combinación de accesibilidad, ventajas migratorias y condiciones de vida estables. 

Esta tendencia también refleja un cambio en la percepción de la movilidad internacional como herramienta de planificación estratégica, más que como simple cambio de residencia.

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La tendencia de los norteamericanos que buscan un nuevo hogar está al alza. Y Grecia se ha consolidado como una de las opciones más accesibles y viables para cumplir ese objetivo. 

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